¡SI JODER EL PUTO DOOM! ¡MIRA LA SANGRE! ¡LOS DEMONIOS! ¡LAS EXTREMIDADES VOLANDO! ¡MIRA COMO LE ARRANCO EL CUERNO A ESTE DEMONIO GIGANTE HIJO DE SATANÁS, SE LO METO POR EL CULO Y LE ROMPO LA MANDÍBULA AL MISMO TIEMPO QUE...! Un momento... ¿Por qué estoy escuchando dubstep mientras hago todo esto?
La OST del primer DOOM era música MIDI que carecía de la potencia sonora que podemos encontrar en la OST del DOOM 2016, pero aún así transmitía velocidad, unos acordes y unas notas que conseguían trasportarnos en la ambientación, eres un tipo con una escopeta y tienes que cargarte a cuantos demonios se pongan en tu camino. Era sencilla, pero contaba con influencias de grupos metaleros de los 80: Iron Maiden, Metallica, Judas Priest, etc. Grupos que marcaron una época y que revolucionaron la escena músical. Era música en las que se narraban historias de locura, venganza, viajes eternos y maldiciones cristianas.
Puede que hoy en día miremos atrás topándonos con la década anterior a la que nos precede y no podamos evitar soltar un: "Oh sí, los 90", pero por aquel entonces los 70 y los 80 habían sido lo más, y por supuesto la música de aquellos años terminó salpicando a los videojuegos, siendo una industria cuyo reclamo principal era impresionar a un público poco maduro. Y vaya que si lo consiguieron, tenemos una prueba hecha carne, visceras y sangre para demostrarlo. El puto DOOM. Y creedme cuando añado a DOOM el calificativo valorativo de puto porque este juego fue uno, sino el primero, en conseguir agitar a la sociedad conservadora estadounidense, iniciando una ola de odio y censura hacia nuestro medio que sigue mostrando signos de existencia hoy en día.
Se estableció que los videojuegos eran esto, simuladores que mostraban a los jóvenes un mundo perverso y oscuro, lavandoles el cerebro para convertirse en psicópatas con carencia de un sentido emocional. Se produjo La Masacre de Columbine a finales de los noventa y la opinión mediática no tardó mucho en señalar al culpable. En efecto, Marilyn Manson... y los videojuegos, marcando un precedente que nos acompaña hasta nuestros dias.
Puede que me haya excedido remontándome a la época de los dinosaurios, pero lo que quiero decir es que un videojuego del calibre de DOOM, no puede estar acompañado de una banda sonora cuyo género esté ramificado del dubstep. Mirad, podría decir que una banda sonora para un juego de acción rápida en primera persona donde se mata a demonios necesita una banda sonora rápida que parezca sacada del mismísimo infierno, que desde luego lo pienso, pero creo que el principal problema de la banda sonora de DOOM es que quiere encajar demasiado en la actualidad en la que vivimos, apuntando hacia un público jóven que baila a ritmo de Skrillex y que juega a Call of Duty entre estación y estación, perdiendo el rumbo en el trayecto.
Puede que sea porque no lo he llegado a ver nunca pero creo que Skrillex no ha asustado a muchas madres ahí por donde ha pasado. ¿Sabéis quién si lo ha hecho? Slipknot. Marilyn Manson. Rammstein. Trent Reznor. AC/DC. Megadeth... Y el puto DOOM.
Os dejo con la playlist que utilizo para acompañar mis sesiones de DOOM y nos vemos en el próximo artículo.
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